Intrarrotación o introversión, causas y tratamiento de la patología

En el momento que los niños se ponen de pie y echan a andar, comienza un proceso de adaptación y acomodación de la musculatura que pasa por diferentes fases. Es la oportunidad perfecta para que los padres observen posibles anomalías y alteraciones en la marcha como la intrarrotación o introversión de la marcha con las puntas “hacia dentro” sobre la que nos hablan nuestros profesionales en podología de Clínica del Pie Medina Parra.

Habitualmente, la intrarrotación se corrige de manera natural en los niños menores de 8 años sin necesidad de recurrir a ningún tratamiento, aunque pueden darse distintas causas que, según su gravedad, necesitarán ponerse en manos de podólogo cualificados.

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Existen 3 causas principales que pueden generar estas deformaciones en los pies de los más pequeños y que debemos tener en cuenta:

Metatarso aducto: Ocurre durante la infancia, producto de la colocación del bebé antes de nacer. Suele mejorar por sí sola durante los 4 o 6 meses de vida, por lo que en muy pocos casos es necesario un tratamiento, aunque es recomendable acudir a un especialista en podología pediátrica en Málaga para conocer el alcance exacto de la deformidad.
Torsión tibial interna: Se produce cuando el niño/a continúa caminando con los pies hacia dentro, pasados los 2 años de edad, lo que provoca que pueda tener una deformación hacia adentro de la tibia.
Torsión femoral medial: Es la causa más probable de que un niño/a padezca introversión, suele darse entre los 3 y 10 años. Se trata de una deformación hacia adentro del fémur (hueso del muslo), provocando que las rodillas y los pies señalen hacia dentro al caminar. En caso de que la deformación no se haya corregido pasados los 10 años, será necesaria algún tratamiento o incluso una cirugía para su corrección.